Alejandrom, pedirle ética a un político en nuestro país es como pedirle a una piedra que cante una saeta.
Nos felicitamos porque, al menos en esta ocasión, la justicia positiva se acerca un poco a ese ideal de justicia que estudiamos, así que de juzgar la traición del Carod, no sé, me parece que no va a poder ser, aunque me pese.
Salud