Palangana: por resumir:
1. No sé cómo decirte: ¿no te suenan términos como aceifas, Mártires de Córdoba, tráfico de esclavos, guerras civiles entre musulmanes, etc.?
Pues ese fue, ni más ni menos que el día a día del islamismo medieval y es el día a día, del Islam de hoy.
2. La justificación de la utilidad como excusa para entregar la libertad, se ha demostrado una auténtica falacia. ¿De qué servía la utilidad o la prosperidad en los países del paraíso socialista, si al final se era esclavo de una atroz tiranía que controlaba hasta si podías o no llevar pantalones vaqueros? De nada. Además la prosperidad fue tan efímera, que al final por sacrificar libertad a cambio de bienestar material, se acababa sin ninguna de las dos cosas. Pues la corrupción inherente a los regímenes totalitarios, acabó por comerse esa prosperidad. ¡¡Ahora nos venden la misma mercancía averiada!! ¡¡La misma que se ha demostrado falsa, para justificar las atrocidades islámicas medievales!! Veamos: apogeo del poderío islámico. Creo que podrás estar de acuerdo en que fue durante el periodo anterior a la toma de Toledo en 1085, pues en el periodo posterior, digamos que los cristianos llevaron la iniciativa. Pues bien: Aceifas, campañas de exterminio, el episodio de los Mártires de Córdoba, lo de Almanzor. Pues bien, tal apogeo estuvo asociado a la servidumbre y el exterminio de los no afectos, e incluso no exento de episodios de auténtica lucha cainita entre los propios musulmanes. ¿De acuerdo? Vamos con lo siguiente: el lujo de la época de Abderramán III. Pues bien: al lujo le siguió la bancarrota del califato y la descomposición en taifas. No creo que tenga la cosa mucha discusión. Si quieres, puedo especificar más, pero no quiero abrumarte.
3. Periodo de esplendor de su pensamiento: no lo olvides, ese periodo coincidió con una pérdida del poderío político y militar. A mediados del siglo XIII, fue cuando bajo la batuta de Alfonso X el Sabio, funcionó la Escuela de Traductores de Toledo.
4. En cuanto a lo de Averroes, no olvides, amigo Palangana, que fue perseguido por los propios musulmanes, y que aparece no en una época de apogeo político y militar islámico, sino de debilidad. (Siglo XIV) Y todo esto aceptando, (lo que es mucho aceptar) que fuera musulmán, pues según he leído, llegó a aborrecer las tres religiones, adoptando un concepto meramente utilitario de las mismas. Esta descripción encaja más en un pensamiento ateo. ¡Creo yo!
De modo que… no sé como decirte: no veo en los musulmanes medievales un modelo de tolerancia. Más bien, se les toleró en época de debilidad. Cuando fueron fuertes, fueron implacables. Hasta aquí el pasado. Otro día seguiré con el presente, que no es menos complicado.