El detalle:
Que utilizan la educación con una prepotencia desaforada, como máquina de propaganda en este caso ya ominosa, ya desbocada, ya en plan de decir: “sabed que el califato socialista está en todas partes.”
¿No tenéis bastante con los 700.000 medios de comunicación? Venga: marchando otras 100.000 ONGs subvencionadas, para que no parezca que es el califato.
¡¡Y no sólo lo decimos nosotros!! También lo dicen las ONGs.
¿Que no tenéis bastante? Venga: lo volvemos a decir en los manuales de todas las carreras universitarias, de las universidades subvencionadas por el califato y de los catedráticos puestos a dedo por el califato o personas cercanas.
¿Y si todavía eso no es suficiente? ¡Venga! Pues ahora a las escuelas. Y si no, publicidad institucional. Y no sólo lo dice el califato, ni la universidad, ni las escuelas, ni los medios, ni las ONGs. Más propaganda a nivel provincial. ¡Y si eso no es suficiente, venga a nivel municipal! Más subvenciones para divulgar 70 millones de veces el mismo mensaje. Y luego las campañas de los sindicatos naturalmente subvencionados por ellos y, naturalmente, para divulgar el mismo mensaje. ¿Eh? Y no es sólo el califato, no vaya a pensar la gente que es un capricho exclusivo de los socialistas.
En resumen: que tanta prepotencia califal, sobre todo en el tema educativo, me da verdadero asco. Llega un momento en el cual, ya da igual lo que digan, porque no es sino expresión del abuso de poder por el abuso de poder y el recochineo por el recochineo. Un único mensaje, las Instituciones son ya la alfombra del califa, la educación se la han apropiado; es la mecedora del califato. Cada medida que tomen en materia educativa no es sino puro recochineo, puro abuso y puro capricho. Es incluso una ostentación completamente obscena de su poder.