pues si lo que diga Vd...
Señá Pruden. Usted verá.
El año pasado una alumna mía me pilló por banda en una clase de "Alternativa a la Religión", clase bastante estúpida que nos vemos obligados a dar porque por lo visto hay que impartir obligatoriamente clase de Religión, que bien se podría dar en la catequesis, digo yo, clase alternativa, como digo, en la que legalmente no se puede dar clase. Insisto: legalmente. Porque, de hacerlo, entonces los de Religión perderían algunas enseñanzas. O sea: se supone que es clase de estudio. Y sí, algunos estudian. Otros no.
Pues bien, me pilló por banda y me dijo, "oye, ¿qué te parece a ti si voy a casa con un chico mayor un día que no estén sus padres". Y yo la miré y muy serio le dije, "¿qué edad tiene?"
Porque me temìa que el chico fuese bastante mayor. Y no, tenía como 17 años. Entonces le pregunté, "¿y tú cuántos años tienes?"
Trece, me dijo. Bueno. Pues le dije que no se le ocurriera. Que esperase, por lo menos, hasta los 16.
Cuánto lo siento, señora Prudentia, haber sido imprudente. Tenía, verdad, que no haber dicho nada. Nada de educación sexual en las escuelas, ¿verdad?
Y hablemos ahora de Religión. Los niños tienen que tener clase de Religión si quieren sus padres. ¿Qué ocurre si tienen 18 a mitad de curso?
Bueno. Pues llegué yo a una clase de Primero de Bachillerato, donde alguno, repetidor, ya tiene los 18, y resulta que la Directora les estaba dando una charla diciendo que "No quería apostasías".
Jua jua. Yo no dije nada, porque no les vas a llevar la contraria a la Super delante de los alumnos.
Pero que conste: alguien, a los 18 años, tiene el derecho de no dar clase de Religión si no quiere.
Y hacer lo contrario resulta que es ilegal y vulnerador de derechos fundamentales.
Pero a ti eso, seguramente, te suena a chino.
Pues nada, aprende chino, mujer, que ya es hora.
