Todo esto de los mensajes subliminales no es nada nuevo. No se lo que hizo el PP el 13-M, pero por entonces tampoco era nada nuevo. Ya en los años 80 , en los primeros gobiernos socialistas con Calviño como director de RTVE se hacían grandes alardes técnicos; p.e. : intercalar imágenes de milisegundos de Jorge Vestringe junto a las del , desagradable, niño de "El tambor de Hojalata" durante la proyección de la película; y los vistos por millones de personas (luego, claro, lo verdaderamente subliminal no lo vemos con los ojos, lo percibimos, sólo los vemos descomponiendo las imágenes a posteriori) en el partido del mundial Mexico 86 en Querétaro entre España y Dinamarca donde en las celebraciones de los goles de Butragueño aparecian las letras "P S O E"; obviamente un "fallo técnico".
Si diré que en esta ocasión puedo creerme lo del fallo técnico por lo burdo que es, salvo que sea una demostración más de la capacidad de determinada gente.
Lo más preocupante de todo es la cantidad de mensajes subliminales a los que nos vemos sometidos constantemente en la TV, pero no lo sabemos, porque de alguna manera los percibimos pero sin saberlo; esa es la nota diferenciadora, los percibimos, pero, NO NOS DAMOS CUENTA.
Que existan estas prácticas como estrategias comerciales es repugnante, pero que sean utilizadas por los poderes públicos (y no sé si en este caso concreto, pero sí se hizo en el pasado, 1986 p.e.) no tiene nombre