Vamos a tranquilizarnos un poco y a no sacar conclusiones de una cita literaria, porque mi intención, te lo aseguro, es la contraria a lo que dices con esta salida de tono. Me solidarizo totalmente (mira la negrita) con aquellos, la mayoría me temo, que nos vemos obligados, repito, a soportar "las afrentas del soberbio, las duras dilaciones de las leyes, la insolencia del cargo y los desprecios que el pancienzudo mérito recibe del hombre indigno". Yo mismo he sufrido a varios abogados indecentes (esta es la única forma en que "me veo reflejado") de modo que comprendo y respeto tu experiencia. Estás en tu derecho de opinar sobre la oportunidad de mi cita, de Hamlet o incluso del mismísimo W. Shakespeare, pero no puedes poner en mi boca cosas que no he dicho, ni en mi ánimo intenciones que no tengo.
Por último, es una lástima, pero parece que solo nos acordamos de lo malo, pues hay miles de profesionales honrados que salvan a muchas personas de atolladeros muy graves en su vida y no son noticia: esto no es tomar la posición contraria, es constatar un hecho.