Lo del ordenador, vaya tontería. Lo que está claro es que lo bueno o lo malo que pueda tener esa novela, se va a deber a una persona que ha introducido esos datos en el programa.
No es tan sencillo. Al programa claro que hay que alimentarlo con
qué se quiere (drama, terror, tal o cual personaje, ambientación) pero del desarrollo del libro es responsable únicamente el sistema, ahí está la gracia de la Inteligencia Artificial: el algoritmo utilizado no ha sido programado para que escriba
esa novela, sino cualquiera, dependiendo de la entrada que reciba.
Pero además, un libro no es simplemente una palabra detrás de otra, sino que se tiene que ajustar a un ideal de
belleza humano (uy que cursi). Y aunque por el momento actúe por imitación, puede aprender. Y entonces, ¿qué pasará cuando nos emocionemos sinceramente por algo totalmente virtual? Eso sí sería puro
1984 (hay una escena calcada, con una lavandera, creo) y no Zapatero.