1. He estudiado muy a fondo el socialismo, puedo decir a pesar de todo, que en comparación con lo que hay, siempre sabré demasiado poco, siempre habrá algún matiz que se me escape, que aunque duro, siempre tendré un discurso benevolente con el socialismo, por la sencilla razón de que, al no estar en la pomada, lo que conozca por grave que sea, en comparación con todos los horrores aún no conocidos, se quedará siempre en casi nada.
2. Sin embargo, sé lo suficiente como para poder concluir que el socialismo, especialmente en España, es el imperio del crimen, por cuanto que lo que ahí sobresale no es nunca ideológico. La ideología es la máscara: ya no se defienden ideas, ahora lo que se defiende son los enjuagues criminales, las atrocidades, las arbitrariedades, la corrupción, el abuso de poder, la picaresca y el embuste: éste es el aspecto sobresaliente, no la sutileza de esta u otra idea política de éste o aquel dirigente del PSOE.
3. El cierre de filas en torno a “sus” hijos de puta (como decían los dirigentes norteamericanos no recuerdo si de Salazar o Somoza) convierte al PSOE en una secta destructiva, antes que en un partido con su ideología, pero ellos en su cinismo, califican de ultraderecha a todo aquel que dice que, por encima de las ideologías está el imperio de la ley, que por encima de las ideologías están las más elementales normas de convivencia.
4. No sólo eso, sino que por añadidura, a aquellos de cualquier ideología que hacen piña en torno al imperio de la ley, el repudio del terrorismo, del latrocinio, del crimen, sin la eximente ideológica que pretenden imponer a la sociedad española, lo convierten en objetivo de la banda de la porra, siendo así que objetivamente, en nada se distinguen de Batasuna y ETA. De ahí que Batasuna II que es el PSOE, quiera legalizar a ETA y pactar con Batasuna de siempre.
5. Por extraño que parezca, el odio del PSOE y la banda de la porra se vuelve especialmente encarnizado con los socialistas decentes, eso es, con los socialistas no oficiales, eso es, con los socialistas que jamás defenderán a un criminal socialista, por el sólo hecho de ser socialista. Es lo que yo he llamado socialismo evolutivo, por cuanto que salen de la secta. Podría decirse que el socialismo más sano es el de los futuros exsocialistas. En España tenemos varios casos: Rosa Díez, Boadella, Balbás, Pablo Castellano, etc.
6. Así, el reproche que se les hace es no haber cerrado filas en torno a su jefe, ni cuando pactó con los nacionalistas los recortes de libertades o el saqueo a manos llenas, ni cuando dieron la medalla pensionada al juez que para sacar del apuro político a su partido, condenó a inocentes haciendo pasar por verdad, lo que no fue sino una colosal manipulación política para ganar las elecciones. Y obsérvese que el no cerrar filas en torno a los corruptos, es perfectamente compatible con defender unas ideas políticas socialistas. Pero ya dijo el enterrador de Montesquieu que el que se mueve, no sale en la foto. Por eso el que no defiende a los corruptos o a los criminales del partido, que para ellos, por encima de todo son del partido, obviamente no tiene sitio en el PSOE. Y no sólo eso, sino que además se merece todo tipo de agresiones, y acoso por parte de la banda de la porra: Batasuna II. Y todo ello por defender la legalidad frente al crimen, la honradez frente a la corrupción, la verdad frente a la mentira, cosas éstas que son teóricamente compatibles con el socialismo, pero que en la práctica las hace incompatibles con el socialismo oficial, una nomenclatura corrupta y criminal que no ha regenerado el partido tras los episodios del GAL y la corrupción, que lejos de aprender de los horrores del socialismo, de su fracaso, de sus crímenes y de la caída del Muro, parecen dispuestos a repetirlo.
7. Una nomenclatura en fin, cuyo cabeza visible es Rubalcaba, el encubridor del GAL y la corrupción, el que heredó de González las tramas negras de las fuerzas de seguridad, que crearon los GAL, los encubrieron y que situados en puestos estratégicos, fueron los que facilitaron el 11-M que casi con toda seguridad formaba parte del plan electoral de un partido cuyo jefe de campaña era el hoy Vicepresidente y Ministro del Interior, héroe del 13-M, cancerbero en el sentido de perro guardián de los infiernos, que si hoy se niega a facilitar los papeles del 11-M es porque sin duda el GAL que él heredó, se utilizó para dar el golpe del 11-M y el chivatazo del bar Faisán.