No hay la menor esperanza de un arreglo, ya se han encargado de cerrar toda vía civilizada para encauzar los conflictos. Algunas tramas negras que resurgen, demuestran que la derrota electoral no salda todas las deudas. En las urnas se lavará la responsabilidad política, pero este destrozo, este recorte de libertades, esto de traficar con jueces, esto de subvertir la Constitución, convertirla en papel mojado y utilizarla sólo como herramienta de impunidad, etc. Esto no lo arreglan las urnas.
Siendo más específico: caso GAL, ¿recordáis?
1. No se condenó a los peces gordos.
2. Los peces medianos y chicos, salieron de rositas mediante el indulto.
3. Los papeles aquellos, sí, se entregaron a los jueces, pero ni el Gobierno de Felipe, ni el de Aznar fueron procesados al resolver no entregarlos alegando secreto, para ocultar crimen. Y eso que se demostró sobradamente que aquellos papeles no afectaban para nada a la seguridad del Estado y que, aquella alegación no fue sino un truco barato y fraudulento, para proteger a unos criminales.
Éstas son las tres heridas principales de la Nación: terrorismo, inexistencia del poder judicial, e impunidad como manifestación de la injusticia del fuerte. Duele decirlo en esta página, sé que esto quita a muchos la idea romántica del derecho para solucionar problemas y para hacer el bien, pero es compatible tener esa idea, ser una persona íntegra y saber que lo que debería ser es muy distinto de lo que es.