Hay una diferencia sustancial entre las declaraciones de un político (sea el que sea) y una viñeta en una revista satírica.
Por cierto, yo todavía alucino con la portada del Papa, ¡qué fuerte!, pero no me parece "censurable". Claro que si éste fuera un país musulmán, ya estarían condenados a muerte todos los de la revista.
Saludos