He pasado por alguna situación parecida, pero yo suelo reaccionar de otra manera. Te expongo algo parecido.
En una intervención (soy Vigilante de Seguridad), pillé a alguien robando una chorrada. El caso es que el establecimiento no quiso tomar medidas, porque la chica tenía alquilado un local que pertenecía a la empresa que operaba en ese centro de trabajo, y lo dejaron correr. Poco después, acudió esa misma chica con refuerzos familiares. Padre, madre, primos, etcétera. También se unió el novio.
Tuve que tirar de 091, debido a insultos y amenazas varias. Esto por resumir muchísimo la cosa.
El Responsable (vamos a llamarle así) del centro acudió más tarde, cuando ya había pasado todo. Dijo, entre otras chorradas, que yo tenía que pedir permiso para llamar a la Policía. Y yo le dije que, bajo el amparo de la legislación vigente (Seguridad Privada incluida) llamaría a la Policía SIEMPRE que se produjeran las circunstancias apropiadas, y que nadie de todo el centro tiene potestad para impedírmelo.
Intentó que mi empresa me sancionara, y yo le comenté a mi empresa que si esta persona insistía más en el tema, considerando que yo me atengo siempre a lo que me exige la ley, no tendría ningún problema en denunciarle a él por incumplir las limitaciones que le impone la Ley y el Reglamento de Seguridad Privada. Entre otras cosas, sólo un Jefe/Director de Seguridad puede decirme lo que sea, en el desarrollo de mis funciones.
Y que en lo que a mí concernía, la cosa se acababa allí mismo. Que si volvía a escuchar algo más acerca de esta persona, me iría enseguida al juzgado más cercano y defendería mis intereses.
Lo que te quiero decir con esto, es que la inmensa mayoría de las empresas juega a menudo con el factor miedo. Pero que se lo piensan más de una vez cuando les expones las cosas desde otra perspectiva, en la que además les dices que estás realmente dispuesto a tomar medidas. Entiendo que la mayoría de nosotros tiene demasiado miedo a perder el trabajo, y más con lo que está cayendo, pero yo me niego a ser pisoteado. Bastante me exige ya la ley, como para ceder ante lo que esta no me exige en ningún momento. Si hoy cedo en "pequeñas" cosas, como bailarle el agua a sus clientes, mañana me pedirán que les dedique a estos conciertos de flauta. Va a ser que no.
También es cierto que mi empresa conoce, y bastante bien, como trabajo. Y saben que comentarios que tiendan a sugerir que he dedicado a alguien un trato fuera del respeto al que estoy legalmente obligado les suena raro, muy raro. Pero en mi gremio es habitual que las empresas de seguridad privada les besen los pies a sus clientes, y que el pato lo pague siempre el Vigilante de Seguridad.
Sigue leyendo, sigue aprendiendo. Que no te pasen por encima.

Un saludo.