Han limitado el siempre excesivo poder de los musulmanes y han vendido 2/3 de las televisiones públicas.
¡¡Bravo Holanda!! Ese es el buen camino...
La sociedad del multiculturalismo y la tolerancia por excelencia, se ha cansado de hacer el primo. Los han recibido con los brazos abiertos, les han dado estudios, trabajo, casa y subvenciones por la cara, y les han pagado con integrismo, guetos, amenazas de muerte y crímenes en nombre de Alá.
Holanda despertó de su utópico sueño el 2 de noviembre de 2004, tras el perverso asesinato de Theo van Gogh.
Ningún estado se merece sufrir la violencia islamista, pero los Países Bajos son, sin duda, el último país del mundo en merecerla.