Yo aquí evocaría a Cruz y Raya, ponerse las manos en los pectorales y decir “el ansia”.
No se si la mayoría de personas que han invertido en los sellitos, son jubiladas, parece ser que sí. Su elección no ha sido buena y como bien dice Tuno y Drop, nadie tiene por que pagar los platos rotos de los demás. Cuando llegas a una entidad cualquiera y le dices al Sr que tienes enfrente que quieres invertir, muy amablemente te explica, en primer lugar, el riesgo de la inversión, un panorama global del tema, y para finalizar, dependiendo del perfil que se tenga, te dirá o diversifique usted ese riesgo o, en vez de irse por los cerros de Úbeda, decántese por esta inversión que, aparte de estar avalada por el Estado, esta carente, no de espera en los emolumentos (por llamarlas así), pero si de riesgo en la pérdida de capital.
De modo que “el ansia” de dinero fácil ha motivado este descalabro, que aunque sean mayores los inversores, hayan invertido todo lo que tenían, no debiera ser fruto de contraprestación por el resto de españolitos de a pie que no tenemos apenas capacidad para la adquisición de bonos y similares o simplemente una gran capacidad adquisitiva.
Y es que el ansia…