Por enésimo cuatrimestre consecutivo, vuelvo a sentir esa sensación en el estómago, ese pequeño remordimiento de que podía haber hecho algo más, a pesar de que me repito cienes de veces que no me había matriculado en la UNED para luchar contra los elementos (niño A subido en la chepa justo cuando has conseguido centrarte en algún tema demandando atención cuando tiene toda la casa llena de gente; imprevisto doméstico que tienes que arreglar, llámese duchar a los niños o hacer la comida para el día siguiente; etc, etc).
Y me considero afortunado porque me matriculé por que me encanta el Derecho y, de momento, no me es imprescindible para ninguna mejora laboral ... de ahí mi nick, estudio porque me encanta (el Derecho).
Pero eso no quita para, de nuevo, volver el mal humor, el pequeño dolor de estómago, el volver a preguntarme ¿pa qué te metiste en esto?.
Lo que pasa es que cuando salen las notas (a pesar de lo que tardan) y ves que has aprobado alguna, te pega un subidón indescriptible (la última me fui corriendo como un poseso por la casa con los pulgares hacia abajo señalando la espalda, tipo futbolista, y me tiré en el sofá encima de los enanos que flipaban)
Pos eso, un mensaje de ánimo a los que estén como yo (que sereis la mayoría) y bienvenidos al club
