Actualmente, la gente cada vez está menos influenciada por hechos acaecidos durante la guerra y la dictadura a la hora de emitir el voto. Las personas evolucionan hacia un sentido y otro, cambian de una opción a otra, las nuevas generaciones no están tan influenciadas ni informadas por lo que ocurrió y se mueven por intereses, y pesan más las circunstancias actuales que el pasado. De hecho, así debe ser, creo yo. Por ejemplo, Murcia, que fue el último reducto republicano en caer, ahora se aferra a la derecha porque creen que Franco les hizo el trasvase tajo-segura y el PP les promete volver a hacerle otro, el del Ebro. El lema "Agua para todos" de la derecha en Murcia le está dando una gran rentabilidad política.
Volviendo al tema y citando a un historiador, hablemos sobre el terror infringido por los nacionales en su sangrienta "cruzada":
Uno de los investigadores que ha ideado los términos TERROR CALIENTE y TERROR FRIO -o legal- para referirse a las distintas etapas represivas es el historiador Julián Casanova. El llama terror caliente al que no deja registros de las defunciones, con una política de exterminio y menosprecio hacia las víctimas que hace que no puedan ni ser enterradas dignamente. Ese terror es el infringido sobre todo en el verano de 1936 que tiene que ver con las fosas comunes (también se produjo en el bando republicano, aunque en menor medida).
En Málaga, los nacionales fusilaron a más de 700 personas en 20 días en 1937. Pero en los meses de julio, agosto y septiembre de 1936, cabe hablar de EXTERMINIO en las zonas controladas por el franquismo, más que de represión. Los datos lo demuestran. En Zaragoza, de las 2578 víctimas fusiladas, sólo 32 fueron juzgadas. En Cáceres, de las más de 1000 personas "paseadas", menos de 100 personas fueron juzgadas. En Huelva, cuando en marzo de 1937 comenzaron a funcionar los tribunales militares, ya se habían ejecutado a 2376 hombres y a 86 mujeres sin juicio previo, etc.
¿A qué se debió el interés por que, a partir de cierto momento, sea el nuevo Estado quien monopolice la violencia y legitime el terror mediante las leyes y los tribunales?.
Lo que sí se sabe es que a partir de ahí, comenzó el terror frío, sobre todo después de las críticas vertidas en la prensa internacional por la masacre de Badajoz por parte del ejército franquista, donde se ejecutaron a más de 4000 personas sin previo juicio y con extrema dureza (el Chicago Daily Tribune la tildó de ciudad del horror. Respecto a la extrema dureza, fue algo premeditado, pues sólo hay que ver la Instrucción reservada nº 1 del general Mola), para así llevar a cabo una operación de lavarse su mala imagen, con manipulación masiva de documentos para ello.
Yagüe fue quien ejecutó la extrema dureza en Badajoz. De ahí que le llegaron a llamar EL CARNICERO DE BADAJOZ, y a quien se dice que el propio Franco, molesto por la mala prensa que originó la carnicería de Badajoz, le apartó y le escribió una carta bajo pseudónimo, que decía lo siguiente:
¡Vivan los muertos!, dices en tus discursos de borracho. ¿Qué muertos? ¿Los que tú mataste?,,, Muertos por tí sí hay muchos, pero ninguno en combate franco y abierto sino en la plaza de toros de Badajoz, donde conquistaste para todo el mundo el justo título de HIENA.
Fuente: Jesus Palacios. La España totalitaria.