Hay en marcha una operación de Rubalcaba para nombrar a un par de magistrados en la Sala del 61 del TS.
La Gaceta dice que eso se debe a que buscaría con ello colar la legalización de Sortu o de como se llamara la nueva ETA-Batasuna, pero no es así. A alguien que está pringado hasta el culo, no le preocupa que esté o no esté Sortu, sino su propio pellejo.
Bien: el caso Faisán, donde su Ministerio colaboró con ETA, donde su Ministerio evito que los etarras fueran detenidos, logró un gran avance antes y después de que se hiciera cargo Garzón del caso, con Garzón un asunto que cuenta con unas pruebas clamorosas para encarcelar ya de una santa vez a unos cuantos mandatarios políticos y policiales, experimentó una parálisis. Una parálisis que sería extraña, si España no fuera lo que es o lo que empieza a no ser. Como sabemos que Garzón va a lo que va, que no es a hacer Justicia, se comprende que con pruebas clamorosas de que hubo delito, decretase el sobreseimiento, con la complicidad de la Fiscalía. Sobreseimiento que fue revocado para oprobio del Fiscal, del juez y del Gobierno.
La Sala del 61 es la que puede quitar a los magistrados que tienen que juzgar a Garzón, de modo que la operación Rubalcaba es obvia:
1. Yo, Rubalcaba, nombro a mis jueces en la Sala del 61.
2. La Sala del 61 quita a los jueces del caso Garzón y pone a otros más afines al PSOE, es decir a Garzón, es decir a mí.
3. Esos jueces que he colocado yo absuelven a Garzón, aun con pruebas clamorosas en contra suya.
4. Y Garzón me paraliza el caso Faisán y evita que me salpique, e impide que haya juicio o condena contra mí y contra mis hombres, a pesar de que hay pruebas clamorosas en nuestra contra.
SÍ, HAY TRAMAS NEGRAS...