Que no todos los socialismos son criminales, es obvio, el carril del crimen es sólo el final del camino.
Aunque ellos crean que es sólo una etapa pasajera hacia el paraíso, en realidad esa etapa es un infierno sin final: de donde no se regresa.
Pero mientras se llega a esa etapa final, se pasan previamente etapas no tan traumáticas, pero económicamente desastrosas, donde los ciudadanos pierden libertades y dinero a la velocidad a la que los coches pierden gasolina: todo es en balde y al revés que en la Odisea, donde cada año parecía un día, cada día parece no ya un año, sino un siglo. Tan es así que el día de las elecciones, más parece el día del juicio final y algo de eso tiene. Ese día lo esperamos todos y, paradójicamente algunos abstencionistas, más que muchos de los que votarán.
Este camino en balde lo he bautizado con el nombre de "autopista de las tinieblas" y ciertamente lo es. Y en este caso, nunca mejor dicho: tras la broma de los 110, ahora para ahorrar, como plan de "austeridad", pretenden quitar las luces de las autopistas. Unos cínicos redomados, con Rubalcaba a la cabeza, que para colmo, ni pretenden el bien de los españoles, ni pretenden evitar accidentes, ni obviamente pretenden ahorrar, sino gastarlo todo en sus ruinosas y deficitarias teletinieblas, sobre todo autonómicas. Pretenden pagar un Estatuto ruinoso, validado por su mafia judicial, de "Vito Pascualone" pero que sale por un ojo de la cara y parte del otro, como ya advertí. Y para pagar esto, es obvio que necesitan quitar las luces de las autopistas y lo que te rondaré morena.
Lo dicho: la autopista de las tinieblas, que espero que sólo sea un túnel y que su final sean las elecciones y que veamos algo de luz, sobre todo para no estrellarse.
Tres canciones:
120, 150 Km de Roberto Carlos.
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LoginPisa el acelerador de Joaquín Sabina.
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LoginNegra noche, de Joaquín Sabina.
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