Yo despifarro.
Tú pagas más impuestos y quiebras.
Él no puede pagar el crédito.
Nosotros no podemos avalarte.
El banco crédulo no tiene liquidez y quiebra.
Y los bancos serios no prestan, mientras el Gobierno despifarre, porque no hay garantía de nada.
Éste es el resultado de movilizar alegremente los recursos públicos, como ha hecho Zapatero en la primera legislatura.