Sobre gustos no hay nada escrito, amiga Gheisa... Lo importante es si los pagaba de su bolsillo o si por el contrario eran regalados por constructores en busca de preferencias y ventajas sospechosas y tramposas para que se le adjudicaran contratos, en detrimento de quienes en igualdad pueden optar a la adjudicación porque cumplen los requisitos exigidos en la Ley de contratos del sector público, que no por razones de mejor proyecto por ser más ventajoso económicamente para la administración, por su eficiencia y su calidad. Porque si esos vestidos o trajes se aceptan, aún no dando preferencia a quienes los regalan en los contratos públicos en los que optan a su adjudicación, esa aceptación reúne los requisitos de comisión de un delito, según el Código Penal vigente (aunque sea una pulsera de cinco euros).
Lo más grave es que el grupo político al que pertenece el político que "presuntamente" acepta los regalos, por un lado pida aumento de las penas contra los políticos corruptos, y por otro esté incluyendo en sus listas a "presuntos corruptos". Como que aquello de que juez y parte no imparte lo que hay que impartir con objetividad, imparcialidad e independencia: JUSTICIA.
A mí lo que me asombra es ver a cierto sector y clase política que se empeña en tratar a los ciudadanos de tontos, ciegos y de "tontitos", que es lo más fuerte.