El papel de unos pocos medios en la investigación por su cuenta de la masacre, ha sido sublime: todo el trabajo ha recaído en El Mundo, Libertad Digital, la COPE, cuando era algo y Es Radio, cuando echaron a Federico de la COPE. Decenas de juicios a sus espaldas, todos o casi todos por el 11-M y todos o casi todos, ganados. Se han aportado pruebas documentales abrumadoras, se ha visto por la tele las trampas de las periciales, se ha descubierto que Rubalcaba condecoró a jueces que previamente le habían hecho favores, se ha visto cómo obstruía a la Justicia, cómo ocultaba datos, cómo mentía, después de hacer de su compromiso con la verdad, la Justicia y la reparación a las víctimas bandera electoral.
En sectores ciudadanos minoritarios, pero no pequeños, existe la certeza de que aquello fue un golpe de Estado y a día de hoy, yo no contemplo otra hipótesis.
En todo caso, me quito el sombrero ante el meritorio papel que han desempeñado esos medios de comunicación, aunque, eso sí, el comportamiento del grupo Intereconomía con el tema del 11-M ha sido en líneas generales, deplorable. En este tema sí que han quedado como Cagancho en Almagro. Cierto que al final, se han sumado al clamor de pedir a Rubalcaba que cesara en su actitud obstruccionista, sí, pero cuando ya el esperpento era tal, que era imposible silenciarlo durante más tiempo.
¡¡Gracias David!! ¡¡Abajo Goliath!!