A ver: considero el socialismo una especie de "desilustración", en el sentido de que en los asuntos de libertad religiosa tiene unas posiciones que suponen un retroceso, precisamente respecto a los ilustrados que socavaron el principio de religión única que había impuesto el catolicismo. Por cierto, algunos de esos ilustrados cuyos libros fueron prohibidos, eran católicos, de modo que la ceguera inquisitorial afectó también en no poca medida a los católicos.
Ahora bien, es justo decir que esos ilustrados también advirtieron del peligro para la libertad religiosa y para los derechos humanos, que suponía el ateísmo estridente, una locura de estas que ha abrazado últimamente Zapatero y que, suponen objetivamente un retroceso.
Un ejemplo son las dificultades o imposibilidades para dar misa en el Valle de los Caídos, la campaña de Educación Ciudadana, la prohibición de los crucifijos o los ataques de descerebrados como Zapatero, entre los que destacan provocaciones constantes, cierres de capillas o robo de objetos sagrados. Y esa gente ha sido fabricada a imagen y semejanza de Zapatero, esa gente y los rectores socialistas, que ven con un apenas disimulado entusiasmo, estas campañas.