En las cárceles franquistas no había demócratas: sólo criminales y psicópatas, que no habrían corrido una suerte distinta de ser juzgados por una Justicia plenamente independiente. Gentes que llevaban 40 años perpetrando todo tipo de atentados terroristas, tuvieron al fin su merecidísima condena. De ellos se podrá decir que fueron juzgados por el poder, que los tribunales del poder, ganan siempre los juicios, con razón o sin ella, porque para ello son tribunales del poder. Se puede decir también que se les pudo condenar porque estaban fuera del poder, pues con ellos dentro, como pasa siempre, no habrían sido juzgados, de ser juzgados, no serían condenados y de ser condenados, habrían sido indultados por sus camaradas. Entonces es así, hoy es así, siempre ha sido así y siempre será así. Poder socialista = impunidad.