Franco con la mujer: no fue distinto a Indalecio Prieto.
Franco y Fidel Castro: no fue menos abyecto que Felipe, Aznar y Zapatero, de apoyar a semejante tirano. Es más: Franco sintió regocijo necio y patriotero, por lo que el llamó "la revancha del 98", cuando la Cuba precastrista era un paraíso comparado con la castrista.
Franco y los judíos y los palestinos: no fue menos abyecto, ni menos cretino que todos los partidos parlamentarios y extraparlamentarios y medios de comunicación, a excepción de Libertad Digital, en el sentido de que, al igual que éstos, simpatizó abiertamente con el terrorismo palestino, negando a Israel el derecho a existir.
Franco y las escuelas: fue un verdadero hijo de puta, que daba palizas en los colegios de curas y de monjas, e imponía un aberrante y asqueroso adoctrinamiento. Y fue bastante más abyecto que los de ahora, con Ciudadanía, que ya es decir.
Franco y las televisiones: incalificable, monstruoso, repugnante, odioso, mucho más que el de ahora, puesto que ahora existen cosas como LD, Es Radio, etc. antes sólo había un monopolio mediático del franquismo, con Cebrián de capitoste.
Franco y la censura: ver punto anterior.