No parte ni divide a las familias palestinas, ni éstas tendrán que esperar 30 años para volver a verse como sí pasó con el muro de Berlín. Son 11.000 familias, frente al superior interés general de la defensa de Israel. Es lógico que por el interés público, se causen incomodidades. Afortunadamente, nadie en el Gobierno de Israel colaborará con los terroristas, ni les avisará a los de Hamás de que los van a detener.
Netanyahu no es comparable a Honecker. En cambio los terroristas palestinos serían, si se les dejara, peores que Hitler.