Está claro como que conozco al personaje, Pakito. Pero digo más, para curarme en salud: si no se produce, será porque habrán detectado que otra jugada electoral ya no cuela, porque los españoles lógicamente estaremos más preparados ante algo que ya se ha producido que ante algo que no se ha producido.
De todas formas, la regeneración es necesaria: la clase política está deslegitimada y el PSOE más que todos los demás juntos, porque es quien ha encabezado la deriva, la degeneración. Es quien ha creado los problemas y ahora los pretende solucionar, disfrazándose de “indignados”.
Eso para mí no cuela.
Y cuando digo “otro 11-M”, no necesariamente tiene que producir víctimas, ni ser un atentado: hablo de una operación propagandística de juego sucio electoral. Cuando digo 11-M en clave electoral, me refiero a una operación propagandística de juego sucio electoral. Parece mentira que tenga que explicar algo como esto. Esto del 15-M comenzó siendo como una operación electoral, de cara a las elecciones del 22. Y pasadas éstas, es un ensayo general de lo que sea que vayan a intentar para las próximas elecciones generales. Intentar… ¿quiénes? Los peones perroflautas que estuvieron al servicio de Rubalcaba en el 2004, que volvieron a votar a Rubalcaba en 2008 y que ahora, casualmente, protestan contra todos, para no protestar contra el principal culpable de la deriva totalitaria del PSOE y de la clase política: Rubalcaba. El jefe de la milicia callejera que hace las operaciones de juego sucio electoral, el jefe de la milicia pseudojudicial que ha legalizado a la ETA y aprobado un Estatuto antidemocrático, para seguir contando con el apoyo de los nacionalistas xenófobos. El golpista que se niega a desalojar Sol, el golpista al que un juez le dice que le dé los papeles del 11-M y él se los niega, el cabeza visible de la mafia policial y judicial, el que condecora a sus jueces y policías amigos que tantos favores le hicieron con el juicio del 11-M, el golpista que asciende a los policías que ocultaron pruebas del 11-M, el golpista que contempla como la Generalidad de Cataluña incumple las sentencias del Supremo sobre el catalán y no le da un ultimátum para que las cumpla, el golpista a quien los jueces le dicen que no puede nombrar a ciertos policías a dedo, y va él y los nombra.
No: no es un político gris y mediocre, no es “un políticucho corrupto de tantos”, es el cabeza visible de la degeneración de la política, cabeza visible de la mafia policial y judicial y el principal director y ejecutor no de la regeneración, sino de la descomposición total del sistema y de la destrucción de las libertades y de la democracia.