Tras la decisión del TSJ de Cataluña que obliga a la “Generalitat” a garantizar en dos meses el uso del castellano como lengua vehicular, junto con el catalán, en el sistema educativo de Cataluña, las escenas que ahora podemos ver son las “normales”.
Porque es “normal” que todos los partidos catalanes, a excepción del Partido Popular y Ciudadanos, llamen a no acatar lo dicho por el TSJ.
Durán i Lleida (CiU) lo califica de “ataque político” y de “atentado” contra el modelo lingüístico catalán.
Puigcercós (ERC) ha enviado una carta a los partidos catalanistas en la que habla de “no ceder un milímetro” y hacer frente a una decisión judicial que en su opinión pone el peligro el sistema de cohesión social catalán. ERC considera que es “un ataque directo” a Cataluña.
Herrera (ICV-EUA) directamente anima a “no acatar la sentencia” que pone en peligro el modelo de inmersión lingüística de Cataluña.
La Consejera de Educación de Cataluña (Rigau) ha dicho que presentará recurso contra esta decisión, puesto que "en Cataluña todo el mundo es bilingüe excepto los que solo saben castellano", por lo que el modelo que prioriza el catalán es perfectamente válido.
Incluso el sindicato USTEC (de docentes catalanes) ha llamado a los profesores a “desobedecer” el fallo.
Bien, pues hasta ahí “normal”. Pero ahora entramos con lo que no es tan normal (o sí, porque con este gobierno todo es posible).
Caamaño (Ministro de Justicia, del Gobierno español, ni más ni menos) señala que el TC dijo que “el catalán puede ser lengua la vehicular de la enseñanza, y lo dijo en una sentencia”. Al parecer, la sentencia dijo también que “el castellano no puede dejar de ser lengua vehicular y de aprendizaje en la enseñanza”, pero esto se le ha debido olvidar. Para Caamaño, "la justicia no da ultimátum" sino que "dicta sentencias" que responden "a casos concretos y puntuales", por lo que ha considerado que "habrá que analizar la sentencia y ver el caso", aunque, mientras tanto "lo que dicen las leyes de Cataluña, que son constitucionales, es lo que vincula a todos".
Chacón (Ministra de Defensa, del Gobierno español) pasa totalmente de lo dicho por el TSJC, y ha dicho que “los socialistas catalanes defendemos y defenderemos el sistema educativo de inmersión lingüística, que es el que ha garantizado la cohesión social y lingüística en nuestro país”.
Hay que recordar que lo que dice el TSJC es, sencillamente, que se pueda educar a los hijos en castellano o en catalán, frente al sistema de inmersión lingüística actual que prioriza al catalán sobre el castellano.
Luego lo que es totalmente anormal es que tengamos que depender de un TSJ para que nuestros hijos puedan aprender en español en España.
Un saludo.