Con el comentario inicial, debo decir que concreta poco, que no deja de ser más que tópicos demasiado masticados. La crisis en contra de lo que dice el discurso oficial, no se reduce a eso: es mucho más.
Es una crisis de civilización, donde se discute algo que debería ser obvio como es lo de castigar a los criminales duramente, con la muerte incluso, en vez de darles caramelos, hacer repetir el curso a los malos estudiantes, la crisis es también el amplio repertorio de prohibiciones e imposiciones que han puesto en marcha socialistas y nacionalistas, la crisis es lo de imponer el catalán así como la inmersión en el ideal del nacionalismo hispanófobo, la crisis es que no sepamos el arma del crimen del 11-M, la crisis es que unos fanáticos revienten una conferencia con el apoyo del rectorado de la universidad y la complicidad del poder político y de sus jueces paniaguados y condecorados. La crisis es que en un pueblo de Cataluña sus habitantes no puedan hacer deporte en el Polideportivo, porque los musulmanes lo han okupado como Mezquita ante la cobardía, la indiferencia y la complicidad de los poderes públicos.
¿Difícil de verlo? ¡No! Difícil de admitirlo.
Que no, que a mí no se me escapa la verdadera porquería por más que tratéis torpemente de ocultarla debajo de la alfombra. Que los Establos de Augias eran la cosa más aseada al lado de lo que tenemos.