El triunfo del PP, y la derrota del PSOE, son inseparables de la crisis económica. Ello significa que, dentro de cuatro años, o los datos económicos mejoran, o el PP se volverá a encontrar con la misma situación. La OCDE advertía en mayo que España seguirá siendo el país avanzado con una tasa de paro mayor (14,5%) a finales de 2015. Me gustaría que el PP batiese esa marca, por el bien de España, y que el paro fuera menor.
Si a finales de 2015 el paro es mucho menor de 14.5%, un 2% menos, por ejemplo, habrán sabido hacer las cosas muy bien. Si el paro es del 16 %, lo habrán hecho bastante mal. Y, si presentan como éxito una reducción de entre el 14 y el 15.5%, nos intentarán engañar, porque las previsiones de la OCDE eran independientes del partido en el gobierno.
No, no queda nada bonito que hayan dejado a Rubalcaba solo; se tendrá que renovar el PSOE, bien es cierto; ello no significa que Rubalcaba no pueda volver a ser el candidato ideal, sino que se avecina en el PSOE una especie de noche de los cuchillos largos, probablemente muy improductiva.
Muy improductiva y muy injusta. Y ello porque la derrota del PSOE tiene mucho que ver con el contexto económico que estamos viviendo.
Así que, en cuanto a la futurología, yo diría que en las próximas elecciones, incluso ya en las municipales y autonómicas, el PSOE probablemente subirá un poquito, un poco más IU y otro poco más UpD. Y el PP empezará a retroceder.
Y ello se deberá a que el PP no podrá cambiar la estructura económica de España de la noche a la mañana. Ni querrá hacerlo.