No sé por qué se nos demoniza a todos los funcionarios. Se tiene la imagen del administrativo antipático que se pasa la vida en el bar. La realidad es que funcionarios no somos (que yo sí lo soy) los que estamos detrás de una mesa o mostrador. Funcionarios son policías, profesores, bomberos, barrenderos, médicos, etc. Y sobre los administrativos, si haces un ejercicio de sinceridad reconocerás (creo) que casi siempre te has encontrado en la administración gente amable y trabajadora que intenta facilitarte todos los trámites que tengas que hacer. ¿Que algun 'desgraciao' habrá? Coño, claro, y en un bar, una asesoría, detrás de un teléfono, etc, en el sector privado.
Resulta que se nos ve mal por tener un trabajo "asegurado". Sobre esto dos puntos:
1º- ¿Y? Si te ofrecen un trabajo fijo, ¿no lo coges? ¿Es malo que tengamos algo de seguridad? No confundais la "inamovilidad" con la seguridad. Está claro que la administración falla a la hora de depurar sus malos trabajadores. Un tío que no trabaja debe ir a la calle siempre. Pero de mismo modo que te encuentras en muchísimas empresas privadas al típico enchufado jefecillo que no da un palo al agua y luego se lleva todo el mérito, el sector público tiene también gente así. De nuevo te lo digo: como en todos los trabajos. Los propios funcionarios son los que quieren que se solucione algo así, espero que pronto se consiga. Pero mientras yo haga mi trabajo correctamente, no sé por qué tendría que avergonzarme o dar explicaciones porque no mi puesto de trabajo no corra peligro. Me presenté a unas oposiciones como mucha gente más y están abiertas para todo el mundo. Supongo que vendrás con lo del enchufismo y toda esa caca, pero ya me gustaría que me digas a quién conocía yo en el Ayuntamiento de Lorca antes de mi opsición.
2º- En realidad muchos no lo tenemos tan asegurado. Resulta que soy interino. Mi plaza está creada y la ocupo temporalmente pero dentro de poco o mucho saldrá a oposición y tendré que quedar el primero para quedarme. Ojo, lo veo lógico y no me quejo. Al contrario, al menos estoy trabajando todo este tiempo. Pero claro, resulta que no solo puede salir mi plaza. También puede ser amortizada. ¿Y sabes dónde voy? A la calle. Y como yo hay muchísimos trabajadores, porque ahora mismo el modo de acceso a la administración es, sobre todo, temporal. Algunos dependen de un programa, otros sustituyen a alguien y otros están contratados mientras las cosas no vayan mal. Luego...
Lo cierto es que sí nos manifestamos de vez en cuando. Pero incluso eso está mal visto. Lo que otros pueden hacer y hasta se les respeta, para nosotros nos está vedado socialmente. Si a alguien le recortan el sueldo o sus derechos, se manifiesta y el ciudadano medio le entiende y le defiende. Nosotros estamos a expensas de que el político de turno (nacional, autonómico o local) nos recorte el sueldo porque, además de fácil, está muy bien visto. Entonces ponte a exigir tus derechos, que ya oirás las críticas de tus vecinos. "Más les tendrían que recortar" o "al que no le gustre a la calle".
Somos todos unos gandules, enchufados, antipáticos y encima fijos. Bueno, no todos. Quien más quien menos tiene algún familiar o amigo en la administración y ESE no es tan malo. Es la excepción, claro.
En fin, que voy a seguir estudiando para mis exámenes. No sé por qué. Total, con mi sueldazo, mi estatus de inamovible y lo cómodo de mi trabajo, no me hace falta. Claro, que la realidad es que soy mileurista (y gracias, que por desgracia ahora es un lujo, sobre todo comparado con lo privado), la espada de Damocles que pende sobre mi cabeza está más inestable que nunca (el mismo signo político en el pais, comunidad y municipio -además de un terremoto que nos ha dejado casi en la ruina) y tengo más trabajo que nunca (de nuevo gracias) debiendo quedarme algunas tardes (esas no se cuentan) aparte de que, como vivo en otro municipio, tengo que levantarme bastante temprano para desplazarme mis 70Km.
Un lujo, oye. Un saludo!
PD: No quiero ser hipócrita. En una balanza, esa supuesta seguridad más los derechos que se nos respetan mucho más que en el sector privado sumado a un sueldo al menos superior que muchas medias, hacen que prefiera de momento continuar en lo público. Solo un loco renunciaría hoy en día a un trabajo, y más un trabajo así.