Entra de pasante en un buen despacho....
Que no te ciegue el nombre de otros despachos (uría, cuatro casas, etc), o te pasará como la caverna de Platón...
Búscate un buen despacho de lo que más te guste: penal, civil, mercantil.....
Pégate un par de añitos de pasante, cogiendo el tfno., llevando cartas de aquí para allá, abriendo la puerta a los clientes del dueño del despacho y llevarlos a la sala de espera, etc., etc. Es decir, explotado.
Ya llevas dos añitos y te llevan a los juicios de oyente. Perfecto. Estás apunto de terminar.
El tercer año, sigues de oyente, pero has cogido tablas, o eso crees....
Como estás hasta los güitos de que no te paguen ni una, o que de vez en cuando el dueño del despacho (que le suele meter al morapio) te suelte alguna gabela, estás pensando en largarte, pero todavía no tienes los suficientes redaños.
El cuarto año estás tan harto que decides volar. Buscas tres compañeros tan inútiles como tú que comparten despacho y vuelas como alma que lleva el viento. No tienes ni puta idea, pero poco a poco aprenderás.
El quinto año ya llevas tus casos, tus demandas, tus penales, tu turno (te colegiaste hace dos años) y ganas unos 800 - 1000 € con suerte. Pero no pasa nada, tu vocación es esa y estás aprendiendo.
El séptimo año estás hasta los cojones de tus compañeros de despacho y de nuevo vuelas. Esta vez sólo te vas con dos compañeros. Tu cartera de clientes ha aumentado y ya no llevas sólo moros, sudamericanos y asuntos chusquerosque no quiere nadie. Ahora ya tienes dos empresas de clientes y te metes en el mercantil, la Audiencia, y ya no le tienes miedo a nada. En el juzgado te conocen l@s funcionarios y algún que otro secretario que estudió contigo la carrera.
El décimo año dejaste a tus compañeros. Estas sólo en tu despacho y tienes una secretaria, no de esas que quitan el hipo, sino simpática y eficiente. Casi tienes 40 años. Atrás dejaste toda esa vorágine, y ya te conocen por todos los lados. Tu salario ronda entre los 3.000 y los 5.000 €, depende del mes. Te casaste, tienes una hipoteca y dos hijos que son la alegría de tu vida. Estás contento de actuar como lo hiciste, aunque al principio se reían de tí.
La vida es una carrera de fondo, no un sprint.
Esto que te he contado es una historia real: la de mi mujer.
Saludicos