Alaya ni ha llegado, ni creo que llegue al esperpento de Garzón, que no olvidemos que estába contaminado desde el principio y que nunca debió volver tras haberse ido a la política. Es decir: no son casos iguales. Alaya no ha cometido ningún delito, no se ha apartado de la ortodoxia legal, ni sus resoluciones contravienen la letra de la ley, ni nada por el estilo. Es una juez clásica, que como Cristo, no viene a derogar las leyes, sino a cumplirlas. Y no se le ha ocurrido por ejemplo, procesar al patillas, (fallecido, pero probablemente un corrupto pero de mucho cuidado) que como dijo Antonio Burgos, pasó a la historia como el hermano mayor de miemmmano.