Dice que va a permitir privatizar las televisiones autonómicas.
Pero otra interpretación es que es tan desesperante la situación de los españoles y también del PP, que no han tenido más remedio que dejar vender las televisiones.
Y ésta es ya la penúltima trinchera: la última es que el régimen autonómico se haga el harakiri.
Reformas que vayan en la buena dirección, sólo las veremos en situaciones sumamente desesperadas. Ésta lo es, tal vez quieran apurar al máximo la situación para dar el paso, pero tal vez no tengan más remedio que hacerse el harakiri, como hicieron por cierto, las cortes franquistas. De momento, repito: ni un euro de préstamos para España, así que si la Alemania del Este cayó, o hay algo que se me escapa, o la Constitución y las Autonomías, tal y como las conocemos, también caerán.
O eso parece...