Betico, si te sirve de "consuelo", yo no estudié cuando tenía a mis hijos pequeños, máxime porque siempre pensé en la presencial, maldito pensamiento el mío, porque al llevarse cinco años cada uno, también tengo tres, podía haberla sacado. Eso tuyo como apunta Janegua es un MERITAZO.
Por si te sirve de estímulo, te cuento, cuando yo empecé la licenciatura presencial, curso 2005/2006, trabajaba de 8 a 15 horas, a las 16 ya estaba en Huelva, tardaba 20 minutos en comer, coger el coche y llegar, salía a la 21 horas, llegaba a casa sobre las 21:30, por aquello de que siempre paras diez minutillos con comentarios con los compañeros y las compañeras, me permitía un relax junto a mi marido de un café y comentar las cosas del "día" y a las 23 estaba estudiando hasta las 5 de la madrugada, y las 7 a levantar para prepararme e ir al trabajo; saqué el primer curso al completo salvo economía política y hacienda pública porque no me presenté, en el segundo empezó a hacer mella el stres, aún así me quité dos y cuatro optativas más tres cursos de libre configuración, como soy muy cabezota, me matriculé de tercero con las 3 pendientes de segundo, saqué alguno de segundo, pero no me la dieron por buena, a pesar de la reclamación y del posterior recurso ante el Decano, porque tenía que haber asistido a las clases de segundo por la mañana ¿porqué creéis que he sacado esa nota en civil II? la de penal ni la tengo en consideración a pesar del 8,7 de la presencial, porque no sirvo para los test, pero bueno, a pesar de ello saqué dos de tercero (Procesal y Administrativo I), una optativa y dos cursos de libre configuración (todos de Penal, al igual que los de segundo), aunque me quedé sin tener superadas en el expediente las de segundo, porque no quise meterme en el contencioso.
A fecha de hoy, ya véis, con un pequeñín de cinco meses, mi hijo parado y su novia en casa, yo sin cobrar desde diciembre, mi marido parado desde hace cuatro años, ufff y para colmo el toma y daca con la tensión arterial, pero voy a continuar, eso os lo aseguro, salvo que me de el infarto, al que no temo y me vaya, quizás a otro mundo mejor, no tengo miedo a la muerte, tengo miedo al sufrimiento de una muerte lenta, así que estoy estudiando para la segunda semana y me voy a presentar a las seis, aunque esté preparando tres, por si acaso algún día tengo suerte, pues nada pierdo, dado que aquí tenemos la suerte de que los aprobados se guardan para septiembre.
¡Ojo! Lo que yo estoy haciendo actualmente, a pesar de lo que he escrito, no tiene comparación con la cantidad de hombres y mujeres, que a pesar de todas las responsabilidades que lleváis en los hombros, os mantenéis erguidos, estudiando.
Así, que ÁNIMO y mi admiración