Nación de mentira.
Democracia falseada.
Justicia postiza.
Constitución de mentira.
Partidos de mentira.
Educación prostituida.
Pueblo de mentira: nada de pueblo: POPULACHO.
Y al final... DINERO. TAMBIÉN DE MENTIRA.
¡Era obvio lo que iba a pasar! Sí, dinero también de mentira.
Porque viene de bancos... ¡desbancados!