¿Nos han convencido de que lo único aceptable para nosotros es una muerte lenta dolorosa e inexorable y por eso nos destruyen con mayor facilidad? ¿Nos han convencido de que España sólo son los once del fútbol, los cinco del baloncesto o Nadal en el tenis?
Recuérdese que el totalitarismo adiestra no sólo a los verdugos, sino también a sus víctimas.