Pongo en tela de juicio la política antiterrorista. Han ocurrido episodios muy extraños que demuestran una clara convergencia entre el statu quo y los terroristas. Por ejemplo los casos 11-M y Faisán. Esto marca un antes y un después de la política antiterrorista.
Y aquí no se trata de un grupo terrorista como ETA, sino de unos grupúsculos con probablemente más infiltrados, que miembros propiamente dicho.
Así que me reafirmo en lo dicho. Y no sólo me reafirmo en lo dicho, sino que además hay muchas víctimas del terrorismo que no distinguen entre éste y la oficialidad. A mí me resulta imposible distinguir. En Italia igualmente gobernaba la mafia: había una parafernalia de lucha antimafiosa, pero en los cuartos oscuros ahí estaban Craxi, Andreotti y los capos de la mafia de la mano.
Así que acostúmbrate a escuchar discursos que se salen de la oficialidad.