No puedo más que suscribir al 100% lo expresado por Piano. Jamás dejes pasar una oportunidad de poder reparar el daño causado. Muchos abogados -como muchos profesionales de otros muchos sectores- o tienen pocas ganas de trabajar, o trasladan al terreno profesional un pesimismo que no ayuda, o son, simplemente, malos de solemnidad.
Eso sí, argumenta impecablemente tus razones; no cedas nunca al obsceno imperio del no -´no puedes hacerlo´, ´no tienes ninguna posibilidad´, ´no seas ilusa´, de los aguafiestas de turno disfrazados de realistas.
Y después de lo dicho, no nos hagas caso a ninguno! Mucho ánimo!