De hecho cuando Hayek dijo que la socialdemocracia, fue lo que abrió el camino del nazismo, no sabía hasta qué punto acertaba.
Sólo se equivocó en lo que le faltó por refutar a la socialdemocracia, que fue en la sacrosantidad de la sanidad pública. Hoy toda la humanidad, es esclava de las farmacéuticas, porque su monopolio es un freno para el progreso social. La sanidad pública consiste en costear toda la ciudadanía, los billonarios beneficios del monopolio farmacéutico. De cada 100 euros, 60 van a la industria de la muerte, que son los monopolios farmacéuticos.
Es decir: nos obligan a asesinar a millones de personas, pagando impuestos. Porque los impuestos van a la industria de la muerte, y no hablo sólo del aborto, sino también a los monopolios farmacéuticos.