Aquí parece que robar para uno mismo, es un gran crimen y que por el contrario, aquella parte del robo que no proporciona incremento patrimonial, es un delito menor.
Pero no es así, porque ese robo es tan robo como el primero, y lo que nos roban para fines "no lucrativos", es tan nuestro como lo que nos roban para enriquecimiento patrimonial.
Y es incluso peor, porque es para las campañas electorales de los partidos, que dicho sea de paso, deberían estar prohibidas por ley, pues no son necesarias para que la gente vote.
Es decir que Rajoy, Zapatero, Duran, Mas, etc. ganan elecciones con dinero robado, de igual modo que se dijo que Kramnik ganó el mundial de ajedrez valiéndose de computadoras que le decían la mejor jugada, y de idéntica manera a como ganó Armstrong los siete tours, es decir, con trampa, es decir, dopándose. Y dopándose es también como ganó los 100 metros lisos, Ben Johnson.
Si se hubiera llegado a probar que Kramnik usó computadoras para ganar el mundial, habría sido desposeído no ya del título mundial, sino incluso expulsado del circuito del ajedrez profesional. A Ben Johnson se le quitaron todos los títulos, eso pasará también con Armstrong. Asimismo, la FIFA quitó al Marsella el título de campeones, y los bajó a segunda, a tercera o algo así. Y eso sería igualmente justo que se hiciera con formaciones políticas que ganan dopándose, o con votos ilegales por correo, deliberadamente buscados y conseguidos. O que incluso, aunque no ganaran, el hecho de doparse electoralmente, o de buscar votos ilegales, debería ya ser suficiente para desposeerlos de sus victorias electorales, reducir su representación a 0 y no permitirles presentarse en ocho años.
E igualmente, observo que no son los políticastros los que deberían legislar sobre sus asuntos, sino que las leyes referentes al estatuto de los políticos debería ser promulgada y aprobada por los jueces de carrera.