Yo tengo 42. Empecé con cuarenta y mi previsión era curso por año, pero voy con la lengua fuera y ya no puedo más. Desde luego, mi intención es dedicarme a esto. Conozco a una abogada de mi población, que empezó con 40, lo terminó ocho años más tarde, tiene 62 y aún está ejerciendo. También tenía cargas familiares como yo. Desde luego, eso me da aliciente...