El Gobierno catalán anulará todas las sanciones lingüísticas anteriores al año 2010. Así lo reconoció esta mañana el consejero de Empresa y Ocupación, Felip Puig, en la respuesta a una pregunta de la diputada de Ciutadans Inés Arrimadas. El anuncio se produjo dentro de la sesión de control al Gobierno en el Parlamento catalán.
La diputada se quejó de que el Gobierno catalán está obsesionado con las multas lingüísticas por no rotular en catalán y enarboló una sentencia del Tribunal Constitucional que daba la razón a un recurso contra la sanción impuesta por la Generalitat. “¿Seguirán ustedes multando a los que pongan manzana en vez de poma?”, espetó Arrimadas a Puig.