Para mí el problema no está en el abogado de la acusación, sino en el sistema. El abogado que reclama ese dinero a ese pobre hombre simplemente está haciendo su trabajo, que es velar por los intereses de su cliente. El problema está en el sistema, que permite que a un pobre desgraciado como este hombre se le reclamen esas cantidades, cuando posiblemente el hombre ni siquiera tenga antecedentes ni fuera consciente del ilícito que estaba cometiendo, y sin embargo haya gentuza que es detenida día sí, día también por las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado por cometer su enésimo robo con fuerza, y tal como entran en el juzgado acaban saliendo por la otra puerta, teniendo como mucho la obligación de firmar en el juzgado los días 1 y 15 de cada mes.
Como he dicho antes, el abogado símplemente hace su trabajo, y quien no quiera tener conflictos morales de ese tipo más vale que piense en dedicarse a otra cosa (que el derecho no es solamente ejercer de abogado) y deje la abogacía para los demás.
Saludos.