Bueno, ¡qué voy a decir! Que gracias por el apoyo y que no siempre apetece entrar, como es lógico. Y que hay veces que no se puede. Creo que es algo que nos pasa a todos. Yo echo en falta a Palangana, aunque comprendo que no quiera entrar.
En parte porque los insultos son feroces y en parte, porque no hay nada que decir y está todo el pescado vendido. Aunque dentro de poco, no habrá ni pescado, ni pescador. Pero con todo, seguirá siendo demasiado poco: porque no es que los que están en la pomada merezcan estar fuera de la política, sino sobre todo, dentro de la cárcel.