Los perroflautas que defienden a capa y espada la III República, elogiando la II, deberían haber ido al instituto o haber leido un libro de Historia de España.
Deberían dejar de intentar compararse con la república francesa o la estadounidense, porque nunca será así.
De la lectura de esos libros se pueden extraer datos interesantes como estos:
1.- El primer bloque de legislación del gobierno de la II República se centró en las relaciones laborales y en la mejora de la penosidad del trabajo tanto rural como industrial.
Algo que hoy puede parecer tan normal como una baja por enfermedad o la jornada de ocho horas se regularon por primera vez durante la II República. No creo que sea este un avance contra el que se opongan los más conservadores, aunque viendo la reforma laboral actual, cualquiera sabe.
2.-Se abolió el Senado, que no era representativo, y se creó un Parlamento Unicameral. Entre las libertades civiles y políticas que por primera vez disfrutaron los españoles estaban el sufragio femenino y la ley del divorcio. Bueno, sería mejor decir que lo disfrutaron las españolas, para cabreo de algunos españoles rancios. No creo que las votantes actuales de PP se opongan a dichos logros, otra cosa es que la "Cospe" les pida que no coman para pagar la hipoteca.
3.- Se promulgó una Ley de Reforma Agraria, que chocó, eso sí, con problemas para su aplicación y financiación, debido , primero, al endeble sistema fiscal del Estado (problema que se venía arrastrando desde el siglo XIX) y, cómo no, las "zancadillas" de los terratenientes que veían mermar su (despótico) poder.
4- Separación entre el Estado y la Iglesia, arrebatando a esta última la Educación y limitando su poder económico. Parece que entonces la Iglesia no estaba por aportar más al ya aludido endeble sistema fiscal. Más "zancadillas" desde la jerarquía eclesiástica.
Podemos seguir así mucho rato, es obvio que la República cometío también sus errores, pero de esas lecturas tan aconsejables, se llega a la conclusión de que no puede todo simplificarse con tópicos sobre la persecución religiosa o los problemas de órden público. ¿Quién persiguió a quién, y quiénes estaban interesados en enredar?