Por esto es por lo que defiendo reajustar el estado del bienestar. No porque me parezca más importante mantener las televisiones públicas, que la salud. Creo que las farmacéuticas abusan considerablemente, que el poder se pliega a ellas. Que fruto de ello es que los médicos recetan venenos para el lucro de unos pocos y no para la salud. Por eso se prohíben remedios más eficaces que esos venenos, más baratos y que, en todo caso, si no son eficaces no hacen daño y pueden dejarse con toda facilidad y sin efectos secundarios.
Ahora bien: la sanidad pública y el estado del bienestar, significa actualmente subvencionar venenos. Y hombre, ya me parece controvertido que se permita comercializar venenos como medicina, pero es inaceptable que encima los estemos subvencionando. Bien está que este señor hable, aunque es cierto que por ese aro de las farmacéuticas que él denuncia, han pasado todos. Bien está que ese programa denuncie eso, pero estaría mejor que la cadena dejara de anunciar venenos como medicinas. Claro que eso supondría una merma en sus ingresos publicitarios.
Claro que con el reajuste que propongo, muchos profesionales de la industria del veneno irían al paro. Y detrás médicos, auxiliares, personal sanitario, etc. pero el beneficio para la sociedad, de no tener que subvencionar venenos, sería mucho mayor que el coste social de la medida que propongo. O eso, o bien una reconversión y que el sector sanitario deje de trabajar con venenos. Y no es una cosa sólo económica, es que la salud pública requiere que se dejen de subvencionar venenos.
Y este sistema del monopolio de los envenenadores, se da en un sistema socialista como el nuestro y en uno capitalista como USA. Por ello yo estoy en contra del socialismo y del capitalismo, que convergen fatalmente en este punto, porque creo que son la misma cosa. Mi posición es "no al monopolio sanitario de los envenenadores", sea o no sea subvencionado. Socialismo y capitalismo convergen curiosamente en la protección a los monopolios. La diferencia es mínima. Los dos le dan el monopolio en perjuicio de la sociedad, y los socialistas además, los subvencionan.