Es un soldado de los viejos tercios,que en una laguna lugubre, donde la niebla de estos parajes del enemigo, no nos deja ver, nos asiente con la cabeza de que debemos seguir, compartiendo la estopa, plomo yla mecha para encender nuestra polvora humeda, por el tiempo trascurrido, sin que el enemigo haga acto de presenci :)a.
He aqui mi agradecimiento, a ese soldado desconocido que entrega todo lo que tiene para que esta empresa tenga un final feliz.