¿Resolución firme? A ver: a un juez le presentan un escrito de recusación y tiene que dejar el caso en manos del sustituto, hasta que se resuelva el incidente de recusación. Cuando Vera recusó a Garzón por el GAL, Garzón se abstuvo. Se lo pasó a Bueren y Bueren desestimó la recusación. Y sólo entonces pudo Garzón continuar con la instrucción. Esto la primera vez, porque hubo otras dos: en una recusó Vera a Garzón y Bueren, y ambos se abstuvieron hasta que resolvió el juez García Castellón desestimarla. Y en otra instrucción, pasó a Liaño y Liaño la desestimó. Pero en todos los casos, el mismísimo Garzón se abstuvo de continuar el procedimiento, hasta que su recusación estuviera resuelta.
Y eso que hizo Garzón (¡y bien hecho!) es lo que debió hacer Elpidio y no hizo. Es posible que un juez desconozca eso, pero es tan improbable como que ignore de qué color era el caballo blanco de Santiago.
Insisto: si hay delito debe procederse contra quien sea, no debe importar evidentemente que sea un capitoste de la banca.
Pero si un juez la caga, la caga y se le deben exigir responsabilidades. Y Elpidio la cagó.