Sí, si... pero no tienen LIBERTAD para decir en público lo que quieran, para moverse, para criticar al poder, para votar otra opción que no sean las barbas de siempre. Eso es lo que distingue una dictadura de un régimen democrático de libertades.
Desde el año 2008 la Fundación Alternativas elabora un informe anual sobre la calidad de la democracia en España. Este estudio se basa en una encuesta entre politólogos, sociólogos y otros científicos sociales conocedores de la realidad española para establecer una medición de la calidad de la democracia en términos de procesos y de resultados. En este informe la calidad de la democracia se mide a través de un conjunto de 59 indicadores independientes que los encuestados evalúan de 1 a 10. Dichos indicadores se agrupan en cinco ámbitos claramente diferenciados: ciudadanía y Estado de derecho, representación política, gobernabilidad y rendición de cuentas, sociedad civil y participación y relaciones internacionales. El informe señala que el año 2012 –al que corresponde el estudio de 2013– fue descorazonador para la democracia española: el estudio arroja la puntuación más baja desde que se realiza,
con un 5,2 sobre 10 y además constituye el mayor descenso en la puntuación desde que se realiza, en más de 0,6 puntos.
... Llama la atención además la forma poco democrática de gestionar la política económica en la medida en que la impopularidad de las políticas de austeridad no impide su puesta en práctica....
...Por otra parte resulta cuestionable que podamos hablar de una democracia de calidad ante la ausencia de todo elemento deliberativo. Puesto que no se puede aceptar el argumento del desconocimiento de la situación de las cuentas públicas en las elecciones celebradas en 2011 las promesas electorales se hicieron a sabiendas de la imposibilidad de aplicarlas y resulta difícil aceptar que los ciudadanos hayan dado su consentimiento.