La cantidad de dinero defraudado es, según las fuentes, meteórico. Tal y como recoge la Cámara de Cuentas andaluza, el dinero que se ha utilizado de forma ilegal entre 2001 y 2010, ascendería a 720,8 millones de euros, aunque si seguimos el rastro hasta el final del programa inserto en la trama, obtendríamos un montante de 1.217 millones de euros.
En cualquier caso, los ERE comenzaron con unos presupuestos que varían entre 580 y 590 millones de euros (según las fuentes que se consulten). A este presupuesto se le añadieron modificaciones "cebantes". Una de más de 100 millones de euros a cargo de Magdalena Álvarez y otra de 28 millones a cargo de Griñán.
Dónde fueron a parar
Según las fuentes consultadas, el dinero defraudado a través de comisiones, ayudas a empresas injustificadas y los llamados intrusos (falsos prejubilados) oscilaría entre los 140 y los 158 millones de euros, a razón de 12-17 millones para "intrusos", 73,8 millones en empresas (muchos de ellos entregados a cargos públicos del PSOE, amigos del partido socialistas y de zonas electoralmente útiles para el PSOE) y entre 50 y 68 millones entregados a consultores e intermediarios.
Según se ha contado ya en este caso, el tráfico de dinero procedente de los llamados "fondos de reptiles", 7,6 fueron a parar a los sindicatos (3,2 de Uniter y 4,4 de Vitalia), 3,6 millones para bufetes y, por ejemplo, 13 millones de euros para conseguidores como Juan Lanzas, dando retorno de parte del dinero, a su vez, a Guerrero y a algunos de los "señores del Sur".