Verán, he tenido la fortuna de conocer muchas personas que han dedicado su vida al servicio de los demás desde convicciones ideológicas de justicia social y libertad. De hecho, creo en la política porque he tenido el referente de personas que por defender los valores de la democracia perdieron la vida, otros sufrieron años de exilio, tortura, prisión y, otros, pudiendo vivir sin complicaciones, sacrificaron su propio bienestar y el de sus familiares. Personas condenadas a la clandestinidad por pertenecer a partidos o sindicatos perseguidos por la dictadura franquista. Y después de tantos sacrificios, nos encontramos ahora con un sistema que nada tiene que ver con lo que estas personas idealizaban. Han convertido el sistema “democrático” en una fuente de lucro personal, y han desprestigiado completamente -y de manera intencionada- la “política”, esparciendo la idea de que TODOS son iguales.
Cuando sientes que todos son iguales y que la política es corrupta por definición, no podemos aceptarlo. ¡ No ! La corrupción tiene nombres y apellidos. Son personas concretas de partidos concretos, con siglas e insignias, como la “Casa real”. Un sistema que poco tiene que ver con una democracia real. ¿ Cómo es posible que después de lo que está pasando, sobre el nivel de corrupción en el bipartito, todavía se vote a los corruptos ? ¿ cómo puede ser que después del caso Gürtel y ahora del caso Bárcenas, no se castigue electoralmente a los partidos implicados ?
¿ Cómo es posible que el PP del “Cortijo Valenciano” que tiene imputados, un diputado de cada cinco, con los casos de Camps, Fabra, ...obtengan aún más votos y afiancen aún más su mayoría absoluta ?